martes, 20 de abril de 2010

Luis Moya

Su cúpula elíptica, nervada con ladrillos, es extremadamente habilidosa; merece la pena asomarse para contemplar su desnudo comportamiento neorromano. "San Agustín fue un laboratorio", explica Capitel, "el reto de Moya fue hacer una iglesia redonda que no lo es". La planta elíptica encierra una contradicción: Moya quiso hacer una iglesia antigua, redonda, "a la romana, como el Panteón", y al mismo tiempo una nave rectangular, como de basílica, en la que fuese práctico celebrar misa. Del círculo y el rectángulo nació la elipse, una forma más compleja de construir que las anteriores; es decir, que se complicó la vida en busca de "una perfección compleja, retorcida, contradictoria", apunta Capitel

http://www.elpais.com/articulo/madrid/posguerra/ladrillo/clasicismo/elpepiespmad/20100419elpmad_15/Tes



http://www.lukor.com/literatura/05022407.htm
http://www.unav.es/arquitectura/documentos/noticias/not159/
http://www.madrimasd.org/cienciaysociedad/patrimonio/rutas/Arquitectura-Ciudad/Paseos/Castellana/spublico.asp?id=&pest=5

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