Los espacios del museo proyectados por el estudio del arquitecto estadounidense Richard Meier se articulan a través de un juego de luces y sombras. Los dos primeros cuerpos de fábrica se rigen por este juego de claroscuros: se accede por una zona de sombra, la Galería de acceso, para llegar al pabellón central que alberga el Ara Pacis, a plena luz natural filtrada a través de 500 metros cuadrados de ventanales que, sin interrumpir visualmente la continuidad con el exterior, procuran el silencio necesario para disfrutar plenamente del monumento.
http://es.arapacis.it/
Foto propia.
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