En la tercera edición de mi libro La arquitectura moderna desde 1900, incluí su magistral Palacio de Congresos de Salamanca, con el asombroso espacio central cubierto por una cúpula que parece flotar en medio de la luz. Es de los pocos arquitectos que han logrado ese tipo de monumentalidad democrática en los edificios públicos.
Sus edificios combinan el sentido práctico con el poético, y son sensibles a los lugares en los que se alzan. Son escenarios sociales que están vinculados a la ciudad y celebran las instituciones que albergan. Dan más intensidad a la experiencia de la naturaleza y revelan nuevos espacios de la imaginación al visitante. Encauzan el fluir de la luz natural y dramatizan el movimiento. Ya escribí que sus edificios son "teatros de luz"
William J. R. Curtis. 22/10/2007. EL PAÍS
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Maestro/luz/elpepicul/20071022elpepicul_2/Tes
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