Años Luz. Eugenia Barcells

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En compañía de la artista
Transcripción de una visita guiada por Eugènia
Balcells el 19 de septiembre. La visita empieza frente
a la instalación UNIVERSO poco antes de la puesta de
sol.
Hace ya muchos años que trabajo el tema de la luz en
relación, claro, con la visión humana. En el caso de
UNVERSO me propuse llegar hasta el límite, hasta lo más
alejado que podemos ver; utilizando las lentes de mi propia
cámara y prolongando la visión con las imágenes de los
grandes telescopios ópticos de nuestro tiempo.

Este trabajo sobre el “universo visible” está organizado
como un viaje cíclico desde el comienzo del día, con la
aparición de la luz, hasta la noche, con la luna y las
estrellas, los planetas y las galaxias atravesando el
espacio cósmico hasta la oscuridad total. Y todo vuelve a
empezar…

Seguidme, atravesemos la oscuridad…
...el día se está acabando... el sol está terminando su
trayecto, va bajando... ¿veis el círculo del sol? está allí
y se va haciendo cada vez más y más y más pequeño. Y todas
estas líneas, un cruce de cientos de horizontes, van
despareciendo porque ya estamos llegando al final de esta
luz tan directa del sol sobre nuestro planeta.

Ahora se ha cerrado el día, todos estos horizontes han sido
lo último que hemos visto y ya entramos en el espacio de la
noche. Esa noche con la que nos encontramos diariamente,
sobre todo si estamos en un lugar fuera de la ciudad, y…
aparece la luna, el espejo del sol. La luna sin luz propia,
reflejando la luz del sol, y dependiendo del día del mes,
nos va a reflejar un trocito más pequeño o más grande…
hasta llegar a la luna llena.

Ahora en las pantallas, la luna va agrandándose hasta
acabar siendo un verdadero tejido de luz. Un tejido de luz
que llega a ocupar toda la esfera, ¿lo veis? Estamos en la
luna llena. Y, poco a poco, vamos viendo cómo la luna va
menguando, la luna se va haciendo más pequeña y llega un
momento que forma este semicírculo que va reduciéndose
hasta ser sólo un cuarto, y de repente la luna ya va
desapareciendo, desapareciendo…
Con el tránsito de la luna en la pantalla, metafóricamente,
estamos recorriendo un ciclo de un mes (28 días). Cuando
desaparece nos queda el espacio estrellado, unos cuantos
cometas o estrellas fugaces. Aunque sólo sea durante un
momento, vemos todas las constelaciones que son la base de
los doce signos del zodíaco; o sea, en la esfera está
contenido todo el año, de forma muy sutil.
Si colocamos la estrella Polar en el centro de nuestra
visión, cada una de las estrellas, a lo largo de un día,
forma un círculo a su alrededor. En realidad, un
semicírculo porque un círculo completo necesitaría el
transcurso del día entero y el sol nos impide ver la mitad
de este viaje. Lo estuvimos grabando imagen por imagen a lo
largo de toda una noche para animarlo después. Es tan
increíble, vemos las estrellas girar aunque, en realidad,
¡es la Tierra la que se mueve!
Mira, este es Venus; nos vamos de viaje, hemos salido de La
Tierra y este planeta blanco es Mercurio; atravesamos
Mercurio. Este es Marte; dejamos a Marte. Júpiter, un
planeta maravilloso, escuchad el sonido. Cada uno de los
planetas emite un sonido propio…. Saturno, Urano, Neptuno y
Plutón. Vemos todos los planetas ordenados según la
distancia que les separa de la Tierra.
Todos los sonidos de UNIVERSO son reales. Los cuerpos
celestes emiten pulsaciones, vibraciones electromagnéticas
que han sido captadas por el Voyager y otras cápsulas
espaciales y transcritas por la NASA para que las podamos
oír los humanos. Son sonidos que casi nadie ha podido oír
hasta hoy.
Estamos ahora en la Vía Láctea, nuestra galaxia en forma de
lenteja, y nos metemos dentro y vamos atravesando las
distintas nébulas. Esta se llama el Ojo de Dios, y aquí
vemos un conjunto de nébulas que están allá flotando, que
nos van pasando… nosotros pasamos… Mirad esta: es
maravillosa, es una especie de caracol. A mí me recuerda
El Señor de los Anillos… Continuamos viajando, nos
encontramos con esta otra que se llama Hourglass, que
quiere decir “reloj de arena”; esta tan roja es la Rosetta,
la atravesamos y llegamos hasta la nébula del cangrejo, más
alejada de nosotros y la traspasamos; y al hacerlo ya vamos
a dejar atrás la Vía Láctea.
Y llegamos así al espacio cósmico viajando a 12.000
millones de veces la velocidad de la luz, que es de 300.000
km/segundo, y nos vamos encontrando todas estas galaxias
que están cada vez más lejos, cada vez más lejos, cada vez
más lejos... pero nuestros telescopios las ven y nosotros,
gracias a esta instalación, las vemos también. Y nos vamos
más lejos y más lejos hasta el confín de lo que pueden ver
los telescopios hoy en día, el llamado Deep Space, “espacio
profundo”, que sólo lo ve el Hubble porque está por encima
de la atmósfera. Y así llegamos al final del universo
visible.
Ya estamos en la oscuridad total, en el misterio, en lo que
no sabemos... y de repente, vuelve a empezar el día.
Empieza la creación otra vez porque cada día se recrea
todo, todo está en cambio constante: las montañas están
desapareciendo hoy, están creciendo nuevas, todo está
surgiendo de nuevo… pero al igual que tardó millones de
años en hacerse por primera vez, se está rehaciendo de
nuevo. Esta es la metáfora de la lucha de la luz con la
materia haciendo visibles todos los horizontes de La
Tierra.
Nuestro mundo físico, estas oberturas, estas grietas, estos
pliegues, estas fallas que está creando nuestro planeta,
hoy como entonces...
El Sol va creciendo, ahora ya está bastante grande en el
horizonte, y de repente se eleva como una catedral, ahí se
elevan las montañas, de las entrañas de La Tierra. Las
montañas salen del magma de La Tierra para configurar la
forma de nuestro planeta. Todo está surgiendo todo está
girando, todo se ve distinto; los sonidos que escuchamos
son sonidos del planeta Tierra desde el espacio. Sonidos
increíbles. Y aquí empiezan a abrirse los campos, los
primeros bosques, árboles, todo lo que va generando el
planeta con la luz siempre en el centro, con el Sol que es
el dador de vida, porque si no existiera el Sol no
tendríamos nada, no existiría nuestro planeta y mucho menos
nuestra especie.
Así llegamos al momento de plenitud del Sol que, cuando ya
está ocupando toda la esfera, llenando todas las pantallas.
Esto son imágenes del Sol, de los telescopios solares.
Imágenes que hace poquísimo tiempo que el ser humano puede
ver. Son todos los fuegos y explosiones en la superficie
del Sol, el huracán que hay en la superficie del Sol con el
sonido del Sol, este rugido de león, de la furia del Sol,
es impresionante.
Y aquí, el Espacio... Al componer UNIVERSO, he ido
recorriendo también los cinco elementos alquímicos que
componen la materia: la tierra, el aire, el fuego, el
espacio y el agua, el elemento que en realidad compone la
mayor parte de este planeta y la mayor parte de nuestro
cuerpo físico. El agua, que al encontrarse con este Sol que
se pone, se tiñe y nos recuerda nuestra sangre, nuestro
sistema nervioso, el de todos los seres vivos del
planeta...
Poco a poco, el Sol va descendiendo, va bajando, ahora
todavía va tiñendo esta maravillosa agua con un sonido de
profundidad donde están contenidos muchos de los misterios
que nosotros todavía no conocemos. Y percibimos ya la
puesta de sol, el momento que el Sol está en justo en el
horizonte, y el prisma de la atmósfera terrestre hace que
la luz sea predominantemente roja y morada. El Sol va
bajando, cruza cientos de horizontes que despiden la luz de
nuestro planeta cada día. El Sol se va cerrando como quien
va cerrando el objetivo de una cámara, también nosotros
cerramos los ojos cada día para dormir.
La Tierra va sumiéndose en la oscuridad lentamente,
lentamente y casi imperceptiblemente. El Sol ahora ya muy
bajo, apenas una línea y finalmente se pone… Nos queda
todavía una mínima memoria y aparece otra vez la noche
estrellada.
Vuelta a hacer todo el recorrido de nuevo cada día, y en
nuestra percepción, en nuestra memoria, en nuestra
experiencia, en la experiencia del cosmos, es una danza
permanente que se va modificando, que va cambiando cada
día. Lo que pasa es que es tan insignificante ese cambio
pequeñísimo de cada día que nosotros lo percibimos
estático, pero cada día las montañas van bajando, llegará
un momento que las altas montañas podrían llegar a ser
colinas, a base de ser lamidas y lamidas, solo tenemos que
poner ceros detrás del número de años. En un año no, pero
¿en un millón, qué?, y así nosotros también nos damos
cuenta que somos una laminita muy pequeña dentro de todo
esto pero que somos parte de ello, que estamos, somos parte
de este dibujo, de este baile fantástico que es nuestro
universo del cual sólo tenemos vestigios.
Antes todavía sabíamos menos, hace sólo 50 años esta obra
habría sido imposible: no hubiéramos tenido estos sonidos,
no hubiéramos tenido estas imágenes, no hubiéramos tenido
este artilugio, no hubiéramos tenido nada, no la hubiéramos
podido tener. Es la primera vez que podemos verlo así y
creo que es una oportunidad fantástica que la vida nos
regala. Es el misterio más grande porque todo está lleno de
enigmas. El enigma mayor, sin embargo, es que existamos,
que tengamos la forma que tenemos, que ahora podamos estar
juntos, que tú me oigas, que me escuches, que yo pueda
decir algo, es tan sorprendente… bueno, es algo muy difícil
de entender, lo tenemos que hacer desde el corazón porque
nuestra cabeza no puede.

Es muy bonito que las imágenes de UNIVERSO sean el
resultado de dos proyecciones opuestas y distintas que se
encuentran. Dos focos de luz confrontados, luz contra luz.
Pienso en los dos hemisferios del cerebro, y los dos ojos…
y como antiguamente se conseguía la visión estereoscópica
con 2 imágenes casi iguales, y aquel visor ... y mirabas y
veías 3D.
Yo he hecho algo parecido pero de una manera mucho más
fuerte. Se trata de dos proyectores de vídeo situados en el
mismo eje de las pantallas giratorias cuyos haces de luz
chocan, se encuentran con estas pantallas giratorias. La
imagen se ve en la pantalla pero la luz la atraviesa y
llega a la siguiente y a la siguiente y a la siguiente… y
se van encontrando todas esas luces, y se van deformando al
girar y generan por ejemplo, este Sol realmente increíble,
con apariencia totalmente tridimensional que se ve distinto
desde cualquier posición en los 360 grados del espacio…
*
Los visitantes, al salir del espacio negro y oscuro de
UNIVERSO pueden leer este texto sobre la creación, quizás
el más antiguo de la humanidad, el Himno de la Creación del
Rig Veda que viene de la tradición hindú. Tiene miles de
años y yo lo considero un texto fantástico que se cuestiona
realmente qué había al principio: quién sabe realmente,
quién puede proclamar qué y de dónde procede, ¿de dónde es
esta Creación?... son las preguntas más básicas, y luego
se encuentra un fragmento del texto de Lucrecio del libro
Rerum Naturae, De la Naturaleza de las Cosas. Es un texto
del año 992, un texto del mundo occidental, y también es
una pincelada de cómo él veía o cómo pudo entender entonces
la realidad.
Ahora nosotros tenemos que crear nuestra propia descripción
porque tenemos unos datos que ellos no tenían: ellos no
tenían el Hubble, ni las imágenes de los grandes
telescopios. En cambio, nosotros realizamos este trabajo
sobre la visión con ayuda del equipo de astrónomos
residente en Roque de los Muchachos, en la isla de La
Palma, y del Instituto Astrofísico de Canarias.