
Unas “cajas” suspendidas conducen la luz hasta el interior.
Tras el acceso y la recepción, una pieza exenta revestida en vidrio alberga la administración, las instalaciones, los aseos y un pequeño almacén. El visitante debe rodearla para acceder al interior del museo. La luz proveniente del lucernario refleja sobre su cubierta. Tras esta primera pieza aparece el espacio destinado a exposiciones temporales. Se trata de un ambiente diáfano y versátil que puede servir a múltiples actividades, exposiciones, conferencias, etc. La luz cenital, cambiante a lo largo del día y de las estaciones, entra libremente sobre él.
http://diariodesign.com/2010/10/bienvenidos-al-museo-del-agua-de-palencia-obra-de-mid-estudio/
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